Hoy
es domingo y como los domingos de antaño, se disputa un partido de fútbol esta
tarde. Inevitable recordar aquellas tardes de fútbol en casa de mis padres,
cuando contaba unos pocos años, media docena o así. Yo jugando en un rincón
con alguna muñeca, o dibujando vestiditos para esos recortables de papel. En
una casa de corte masculino, cuatro hermanos y mi padre, frente a mi madre y
yo. Mi madre siempre atareada, limpiando, cosiendo, cocinando, atendiendo a
todos, en definitiva velando y cuidando de su familia. Y yo la niña, a medias entre
pequeña ayuda para mi madre, y trofeo con trenzas, para orgullo de mi padre, una
niña entre cuatro mocetones.
Pero
a lo que voy, hoy es domingo y hay partido. Y se trata “del partido”, porque es
el encuentro que todos quieren ver: Barcelona- Real Madrid.
Y
viene vestido de otros colores además de los deportivos, colores de política e
independencia por parte de los catalanes.
Y
me pregunto, ¿de todos los catalanes? Porque aunque el estadio tenga un aforo de unos 100000
espectadores, estos tampoco son todos los pobladores de las cuatro provincias
catalanas, digo yo. (Se estiman aproximadamente unos 7.504.881 de habitantes).
Pero la grada de su estadio ha decidido vestirse
de bandera, y reclamar una petición política, la de la independencia.
Y me pregunto ¿porque lo hacen en un encuentro
futbolístico, teóricamente ajeno al devenir político?, y que piensan que deben hacer los que simplemente
sean aficionados del Barcelona como club de fútbol pero ni siquiera sean
catalanes. ¿Tienen estos aficionados que irse a vivir a Cataluña, y hacerse
también independentistas?
No lo termino de entender, si el Barcelona que
juega esta tarde es un equipo de fútbol, que juegue al fútbol, y si es un
partido político, que deje la liga, y se presente a las elecciones…
Asun© 7 de octubre de 2012